Establece una rutina y fija horarios: En casa existen elementos a los que no estamos acostumbrados tener en la escuela o la oficina y que nos pueden distraer. Con una rutina y horarios específicos lograrás darle el tiempo debido a cada una de las actividades para el trabajo, estudio y hogar.

Adapta tu propio espacio de trabajo: A lo largo del día, debemos cuidar las posturas del cuerpo para evitar lesiones, por lo que es importante aprovechar el comedor o, preferentemente, un escritorio con silla ergonómica.

Establece un horario para cada usuario de internet: Dado que muchos miembros de la familia necesitan usar internet para trabajar y estudiar, organizar horarios de uso por persona ayudará a que no se sature la red en el hogar.

Maximiza el uso del internet: Sólo conecta los dispositivos esenciales para que tu velocidad no se vea afectada ante la distribución en múltiples aparatos, reconfigura tus cámaras de seguridad para el menor uso de datos y utiliza, preferentemente, el modo audio en las aplicaciones de conferencias.